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Reseña de «La vida que no queremos ver» de Jaime Alarcia Reseña de «La vida que no queremos ver» de Jaime Alarcia
Tornedo es un pueblo muy unido. Un pueblo donde vive un hombre ciego sin recuerdos y con un talento innato para la pintura. Un... Reseña de «La vida que no queremos ver» de Jaime Alarcia

Tornedo es un pueblo muy unido. Un pueblo donde vive un hombre ciego sin recuerdos y con un talento innato para la pintura. Un pueblo donde un policía empieza a investigar la desaparición de hace veinte años de un prodigioso niño de Málaga. Un pueblo donde todos guardan un secreto.

Este es el explosivo cóctel de La vida que no queremos ver (Editorial Platero), la primera novela del escritor Jaime Alarcia.

La historia nos sitúa en el apacible pueblo de Tornedo. Entre sus habitantes se encuentra Damián. Cuando era muy pequeño, este hombre perdió a su familia en un accidente, y con ella la vista y los recuerdos de su vida anterior. La familia de Pedro, su mejor amigo y como un hermano para él, lo adopta hasta que puede desenvolverse por su cuenta con ayuda de su asistente Jennifer. Damián tiene un talento especial para la pintura. Alberto, su mecenas, y todo el pueblo se involucran con él y lo apoyan en esta actividad. Pero a su pesar, Damián anhela saber quién es y expandir sus obras fuera del lugar y las zonas colindantes.

«Cuando llega la noche y se encuentra en medio de aquel silencio, le invaden sus peores pensamientos y entonces se cuestiona su papel ante la gente en el pueblo. Al fin y al cabo, esa actitud de dar ejemplo y energía a los demás quizás no tenga un fin altruista y lo haga por la necesidad vital de no dar pena. A pesar de estas dudas, cada mañana siente la necesidad de mostrarse fuerte y ponerse una máscara de superhéroe con la que dar lecciones de vida. Es el gran Damián, el chico que superó su fatalidad y ahora, a pesar de su discapacidad, es un talentoso y reconocido pintor. Por la noche, mientras duerme, al menos se reconcilia con la vida mientras disfruta de sus sueños, con imágenes e historias que siente reales».

La cotidianidad del pueblo se ve interrumpida un día con la llegada de Francisco. Este inspector viaja allí para investigar el reabierto caso de del niño pintor desaparecido hace veinte años. Muy pronto se percata de que hay algo raro allí. Los habitantes ocultan un secreto. Ya sea Susana, la atractiva y poderosa alcaldesa que ha impulsado el Tornedo. O José Carlos, un policía municipal agresivo desesperado porque el inspector se marche. O el propio Pedro, con un secreto que destruiría la armonía entre sus residentes. Y, por si fuera poco, la aparición de Maribel, una chica que vivió allí, puede hacer que todo se derrumbe.

«—Quiero conocer mi pasado. Recuperar mi memoria.

—También supongo que querrás ver —dice Francisco al recordar la factura de la clínica que trabaja con células madre para recuperar parte de la visión en algún tipo de invidentes.

—Sí, claro. Pero es algo improbable, ¿no?

Al policía le gusta dar opciones imposibles a la gente y le plantea:

—Qué preferirías, ¿recordar o ver? —Damián no contesta—. Piensa qué te aporta más para tu futuro, ¿saber lo que fuiste o ver lo que eres?»

La obra trata temas de gran relevancia, como el racismo, la corrupción o la ambigüedad moral. Asimismo, explora de una manera amena pero profunda al ser humano: sus ambiciones, sus intereses y sus maldades. Pero también su búsqueda de la justicia o su capacidad para disfrutar de las pequeñas cosas de la vida.

Especialmente, también alude al deseo de la búsqueda personal y la influencia que el pasado tiene sobre esta, el poder de los recuerdos y el sentimiento de pertenencia a un grupo.

«Apenas nos acordamos de nuestra niñez. Como padres, gastamos toda nuestra energía en la educación de los hijos, los llevamos al monte, a otras ciudades, jugamos con ellos, los enseñamos, procuramos que entiendan la diferencia entre el mal y el bien. Ellos no recordarán esa tarde increíble en el parque de atracciones, tampoco esa mañana aprendiendo sobre animales en el zoo o esa charla sobre valores y la moral humana. Porque todos pensamos que nuestra moral es la buena, pero los hechos son los que la ponen a prueba».

El autor destaca por su estilo coloquial y la facilidad para dotar a la obra no solo de misterio, sino también de escenas costumbristas. Estas reflejan la importancia de la cercanía entre las personas y las pequeñas cosas que nos unen, pese a nuestras diferencias.

La obra cuenta con todos los componentes para destacar entre los lectores: un ritmo narrativo ágil, unos personajes inolvidables, reflejo de la sociedad española, y una trama perfectamente conducida que nos invita a abrir los ojos ante la vida que no queremos ver.

Os invitamos a sumergiros entre las páginas de esta historia de Jaime Alarcia que os sorprenderá y cautivará a partes iguales.

La vida que no queremos ver está disponible en librerías.


  • Nombre: Jaime Alarcia
  • Obra: La vida que no queremos ver
  • Género: narrativa
  • Sinopsis: La apacible vida de Tornedo se ve interrumpida cuando un día alguien llamaba a la comisaría porque asegura haber visto a un niño pintor desaparecido veinte años atrás. El inspector Francisco se dirige al pueblo para investigar el caso durante un par de días, pero su estancia acaba alargándose y desvelando una auténtica trama corrupta.Allí, el policía conoce a Damián, quien, a pesar de su ceguera y su pérdida de memoria, pinta cada día mientras se pregunta cómo fue su pasado antes de su accidente. Tanto la llegada de Francisco como la de Maribel cambiará el destino de un pueblo liderado por una poderosa y atractiva alcaldesa.Una loca y anormalmente normal historia que, a través de personajes cotidianos, nos habla del ser humano y de sus ambiciones y donde sale a relucir lo peor de las personas, pero también la parte positiva, como la búsqueda de la justicia o las cañas con amigos.¿Qué precio tiene nuestro bienestar? ¿Qué estamos dispuestos a hacer? ¿Cómo nos comportamos cuando formamos parte de un grupo?
  • Biografía: Jaime Alarcia nació un buen día de agosto en San Sebastián. Tiene el convencimiento de que tiene 30 años, pero su carnet de identidad desvela su verdadera edad que ronda ya los 47.En todo este tiempo ha vivido en cinco ciudades diferentes, se ha mudado nueve veces y ha tenido once trabajos diferentes. En cambio, solo ha tenido una mujer y dos niños que siguen siendo los mismos del principio. Al menos hasta la adolescencia parecen ser los mismos.Su vida laboral ha estado relacionada con el mundo de la empresa en grandes multinacionales. Ahora recuerda los poemas y pequeños relatos que escribía con veinte años como una expresión de una pasión que ahora retoma con su primera novela: La vida que no queremos ver.
  • Redes sociales: Instagram, Página web

Disponible en: Platero Editorial, Amazon, Casa del Libro, AgapeaFnac, La puerta de Tannhäuser, Book Center, Popular libros

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